Como una puerta con varios cerrojos. Así actúa el cerebro ante las drogas, que tienen que hacerse con la llave para entrar y abrirse paso, poco a poco, hasta convertirse en imprescindibles y crear la adicción. Pues bien, unos investigadores de la Universidad de Columbia (Nueva York, EEUU) han visto por primera vez, en un trabajo con ratones, que la nicotina actúa como una llave maestra para la cocaína. Prepara al cerebro para que los efectos de esta droga sean más potentes y la adicción más fácil. No ocurre lo mismo a la inversa. Ya se sabía, por algunos estudios observacionales, que muchos adictos a la heroína o la cocaína…