El olor a plástico quemado y combustible emana de pequeños grupos de personas que consumen drogas al amparo de la oscuridad en las plazas de ciudades de la Amazonía en Brasil. Son adictos del oxi, una droga que está causando estragos en pueblos y ciudades del Amazonas, gracias a su bajo precio, alrededor de US$1,00 la dosis. La droga, una versión más sucia y devastadora del crack, es conocida también por su gran propensión a causar adicción «La vida en las calles es dura. Tengo que encontrar dinero todos los días para comprar drogas y si no, no duermo», dijo a la BBC un adicto de oxi que habla entre…