Adicciones

Claves de la ludopatía para pacientes y familiares

Las nuevas formas de juego han traído consigo diferentes modalidades de ludopatía más allá de las clásicas máquinas tragamonedas, como los juegos online (poker, casino, etc.), las apuestas deportivas o los videojuegos.

Ante todo hay que dejar claro que la ludopatía es una enfermedad reconocida como tal por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta enfermedad afecta a las personas que la sufren, impidiendo ejercer adecuadamente un control sobre una determinada conducta; en este caso afecta su autocontrol sobre las actividades que realizan.

En general, las personas que presentan ludopatía o juego patológico invierten una cantidad desproporcionada de tiempo en este tipo de actividades, así como muestran un deseo o preocupación por participar en el juego y se sienten irritables ante su interrupción o finalización.

La conducta de juego puede dar lugar a pérdidas económicas graves, de tal manera que estas personas tienden a ocultar a la familia y amigos su problema y pueden perder oportunidades de desarrollo personal, social o laboral debido al tiempo dedicado al juego. Es necesario que la persona que presenta este tipo de conducta asuma la existencia del problema y comience un programa de rehabilitación o tratamiento.

Habitualmente se requiere el cumplimiento de unas normas para alcanzar los objetivos terapéuticos durante el tratamiento, como no jugar a ningún juego de azar (ni siquiera sin apostar dinero), reconocer las deudas contraídas, dejar el control absoluto del dinero a cargo de otro familiar, llevar únicamente el dinero necesario y justificar todos los gastos realizados, modificar ciertos hábitos que faciliten la abstinencia al juego, evitar situaciones y lugares de juego.

Esta enfermedad, reconocida como una adicción sin sustancia, puede afectar tanto a hombres como a mujeres, independientemente de su edad, posición social o situación económica. Afecta a todos por igual. Existen una serie de características que ayudan a identificar esta enfermedad:

1. Necesidad de apostar cantidades de dinero cada vez mayores para conseguir la excitación deseada.

2. Se encuentra nervioso o irritado cuando intenta reducir o abandonar el juego.

3. Ha hecho esfuerzos repetidos para controlar, reducir o abandonar el juego, siempre sin éxito.

4. A menudo tiene la mente ocupada en las apuestas (por ej., reviviendo continuamente con la imaginación experiencias de apuestas pasadas, condicionando o planificando su próxima apuesta, pensando en formas de conseguir dinero para apostar).

5. A menudo apuesta cuando siente desasosiego (ej., desamparo, culpabilidad, ansiedad, depresión).

6. Después de perder dinero en las apuestas, suele volver otro día para intentar ganar (“recuperar” las pérdidas).

7. Miente para ocultar su grado de implicación en el juego.

8. Ha puesto en peligro o ha perdido una relación importante, un empleo o una carrera académica o profesional a causa del juego.

9. Cuenta con los demás para que le den dinero para aliviar su situación financiera desesperada provocada por el juego.

Si se presentan cuatro de estos nueve criterios durante un período de 12 meses, puede considerarse juego patológico problemático persistente y recurrente, que provoca un deterioro o malestar clínicamente significativo. No dudes en consultarnos, estamos para ayudarte.

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