Cada vez es mayor la evidencia científica que apoya que enfermedades psiquiátricas y síndromes conductuales que comienzan en la infancia, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), predisponen a consumir drogas, principalmente cannabis, a edades muy tempranas. Asimismo, el consumo elevado de estas sustancias aumenta en gran medida el riesgo de desarrollar patología psiquiátrica, como cuadros psicóticos. De hecho, el 60-70 por ciento de los pacientes psicóticos están ‘infectados’ por drogas, según puso de manifiesto Miguel Casas, presidente del II Congreso Internacional de Patología Dual: Conductas Adictivas y Otros Trastornos Mentales, celebrado en Barcelona, y jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Vall d’Hebrón.
«Conocemos los factores de vulnerabilidad a las adicciones, y la mayoría son psiquiátricos», declaró Casas, haciendo hincapié en que no se puede seguir negando esa realidad, hasta ahora bastante controvertida por algunas corrientes clínicas.
Carlos Roncero, presidente del comité organizador del congreso y psiquiatra del Vall d’Hebrón, presentó los resultados del estudio Proteus,que avalan que casi el 70 por ciento de los pacientes que están en programas de mantenimiento con agonistas opiáceos presentan otro trastorno psiquiátrico, a parte de las adicciones. Entre ellos, aparecían sobre todo trastornos afectivos, de ansiedad, de personalidad y un pequeño grupo de trastornos de tipo psicótico. En este trabajo se implicaron más de 70 centros repartidos por toda la geografía española, que reclutaron a más de 600 pacientes.
Por otro lado, Josep Guardia, consultor senior de la Unidad de Conductas Adictivas del Servicio de Psiquiatría del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, habló sobre un nuevo paradigma en el tratamiento de pacientes con problemas de alcoholismo de baja gravedad, que baraja la posibilidad de ayudar a estas personas sin llegar a la abstención definitiva de bebidas alcohólicas, que es el abordaje tradicional.
Un estudio multicéntrico a nivel europeo, en el que participan varios centros españoles, está probando la eficacia de nalmefeno, un antagonista de los receptores opioides, para reducir sustancialmente el consumo en estas personas. Los resultados se conocerán en el primer trimestre del año que viene, pero hay estudios similares con otro fármaco de la familia, la naltrexona, que hacen confiar en esta estrategia.
Fuente: www.gacetamedica.com