El confinamiento y la suspensión de las clases han provocado un consumo excesivo de nuevas tecnologías en niños y adolescentes.
El Covid-19 ha abierto los ojos de muchos padres sobre las actividades de sus niños y adolescentes en relación a la tecnología. No es que antes no fueran adictos a las pantallas, sino que el encierro ha evidenciado el uso abusivo y enfermizo, y muchos padres han sido ahora conscientes de ello.
El hecho del confinamiento prolongado en sus casas, unido a la suspensión del curso escolar por precaución frente al Covid-19, ha hecho que las pantallas y las nuevas tecnologías se convirtiesen durante semanas en sus ‘mejores amigos’.
La pandemia ha afectado en gran medida a la evolución social de muchos adolescentes, provocando un consumo excesivo de nuevas tecnologías. Así pues, el celular y las redes sociales están presentes en la vida de todos. Por este motivo, prohibir no está contemplado como solución, el objetivo es enseñarles a los chicos a que hagan un buen uso, pero en ningún caso prohibir. Se debe realizar una reeducación tecnológica, pero no hay que olvidar que se trata de una adicción y por lo tanto la recuperación nunca es a corto plazo.
Conductas problemáticas en el confinamiento
La cuarentena ha agudizado conductas problemáticas relacionadas con el juego en línea y el abuso de las tecnologías. Se ha detectado un notable aumento de llamadas de petición de ayuda relacionadas con el abuso de videojuegos, la excesiva exposición a los celulares y a internet por parte de menores.
El incremento del consumo de medios digitales en esta situación conlleva el riesgo de pasar demasiado tiempo haciendo un uso indebido de las tecnologías, sobre todo cuando se trata de menores.
Bullying online frente a la pantalla
Otro de los principales riesgos a los que se enfrentan cada día de cuarentena los niños y niñas que abusan de las nuevas tecnologías es el conocido abuso o bullying.
A pesar de que no se puedan ver físicamente con otros, las múltiples opciones de jugar a videojuegos en línea ponen en contacto a compañeros que no siempre acaban siendo amables. Los videojuegos en línea pueden ser muy peligrosos para el incremento del bullying.
Los menores han descubierto en los últimos años juegos online muy ‘adictivos’ como el Fortnite. Estos juegos, además de bullying generan una gran frustración en adolescentes, convirtiéndose en puertas abiertas a las faltas de respeto entre ellos.