Los cannabinoides activan una vía molecular relacionada con los recuerdos.
Que el consumo de marihuana y sus derivados provoca problemas de memoria es algo bien sabido. Sin embargo, el proceso concreto desencadenado por el tetrahidrocannabinol, el principio activo de esta planta, era una incógnita. Un grupo de investigadores de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona detalla en el último número de la revista »Nature Neuroscience» su acción en el cerebro.
El proceso de adquisición de memorias, ya sea de conocimientos, valores, experiencias o habilidades, se divide en diferentes fases. Primero, nos exponemos a aquello que vamos a aprender: la capital de Marruecos; cómo se usa un cuchillo… Luego, en nuestro cerebro tiene lugar el proceso de consolidación, unas 24 horas después. Si éste no sucede, entonces, no recordaremos.
Los descubrimientos realizados por Andrés Ozaita y Rafael Maldonado, especialistas en neurofarmacología de la Facultad de Ciencias de la Salud de la universidad barcelonesa, sugieren que el conocido efecto deletéreo de los cannabinoides sobre la memoria se debe, precisamente, a la interrupción del proceso de consolidación.
«Los animales a los que les administramos delta-9-tetrahidrocannabinol [THC] después de haber »aprendido» una tarea, no la recordaban un día después», ha explicado Ozaita. «Eso quiere decir que la exposición a estas sustancias interfiere en la consolidación de la memoria», añade el investigador.
Una compleja cascada de acontecimientos
El THC es una sustancia que pertenece a la familia de los cannabinoides. En nuestro cerebro existe un sistema que funciona con moléculas del mismo »linaje», el endocannabinoide, que «interviene cuando es necesario disminuir el nivel de excitación neuronal», señala Ozaita. Para realizar su misión, estas moléculas se unen a los receptores cannabinoides (CB).
El THC es una sustancia que pertenece a la familia de los cannabinoides. En nuestro cerebro existe un sistema que funciona con moléculas del mismo »linaje», el endocannabinoide, que «interviene cuando es necesario disminuir el nivel de excitación neuronal», señala Ozaita. Para realizar su misión, estas moléculas se unen a los receptores cannabinoides (CB).
La sustancia activa del cannabis, el THC, actúa sobre los CB1, situados en unas neuronas del hipocampo, estructura relacionada con la memoria y la representación espacial. Cuando los cannabonoides se unen a los receptores de las interneuronas gabaérgicas, nombre concreto de estas células nerviosas, causan la activación de una vía de señalización molecular involucrada en el control de la síntesis de proteínas.
«La hipótesis de nuestro trabajo era que el incremento anómalo de la síntesis de proteínas en las sinapsis podía causar los problemas de memoria», apunta Ozaita. Y sobre ella dispusieron sus experimentos, que confirmaron que la activación excesiva de la vía molecular, provocada por el THC, está asociada con déficits en la memoria.
En el futuro, este equipo científico planea estudiar los efectos de la exposición crónica a esta sustancia, «comprobar si a largo plazo se produce tolerancia, como ocurre con los opioides» y «descubrir la relación exacta entre el sistema endocannabinoide y la memoria», sostiene el investigador.
Fuente: El Mundo (España)