Consumida por 16 mil uruguayos, la pasta base es una presencia que acosa a toda la sociedad. Su impacto en las costumbres y la convivencia son ineludibles. A 10 años de la llegada de la pasta base de cocaína, Uruguay siente sus efectos. De las primeras dosis -detectadas en 2001- a hoy, muchas cosas han cambiado: se incrementaron los delitos contra la propiedad, se desintegró un concepto de familia, creció y se complejizó la población carcelaria y se hizo más profunda la brecha entre distintos barrios y clases sociales, por lo menos en la capital.No todo es culpa de la pasta base, es cierto. De todas maneras, expertos consideran…