Primer estudio neurológico de jugadores digitales. Científicos comprobaron que el cerebro de quienes pasan al menos 9 horas por semana jugando en consolas o PC, tiene reacciones similares al de los adictos al juego. Qué ocurre al ganar o perder.
Los videojuegos y su formidable éxito generan –además de fortunas– curiosidad en científicos ansiosos por descubrir los mecanismos que expliquen la fuerte atracción que provocan los entretenimientos digitales. Ahora, expertos en Neurología y Psicología de Europa y Canadá investigaron por primera vez la relación entre las estructuras cerebrales y el uso de videojuegos, y descubrieron que los cerebros de los adolescentes con mayor apego a los videojuegos tienen características y reacciones similares a las que tienen las personas con tendencia al juego compulsivo y otras conductas adictivas. El trabajo no arroja conclusiones definitivas para explicar la afición a los videojuegos, pero –sin negar factores psicológicos– confirma que la inclinación hacia ellos tiene relación con estructuras y funciones orgánicas.
Para la investigación –publicada en la revista científica Translational Psychiatry – un grupo de expertos, encabezados por Simone Kuhn, de la Universidad Ghent, de Bélgica, clasificaron a 154 chicos de 14 años en función a la cantidad de horas semanales que les dedicaban a los videojuegos y, mediante resonancias magnéticas, observaron sus estructuras y reacciones cerebrales. Encontraron que los jugadores frecuentes tenían más desarrollado el estriado ventral izquierdo, un área del cerebro relacionada con la recompensa y el bienestar . A su vez, los científicos detectaron que los chicos que jugaban másliberaban en esa misma zona más dopamina, un neurotransmisor . Ambas características se dan en los cerebros de personas con tendencia hacia conductas compulsivas.
Sin embargo, aunque el trabajo podría resultar un buen aporte a la investigación sobre la afición –y tal vez la adicción– a los videojuegos, los científicos no pudieron establecer una relación de causa-efecto entre las estructuras y funcionamientos cerebrales que detectaron y la afición a los videojuegos. No se sabe si los adolescentes con esas características cerebrales tienden a ser fans de los juegos digitales o si, al contrario, el jugar mucho con ellos ocasiona esas peculiaridades cerebrales (benignas).
Ricardo Allegri, jefe de Neurología Cognitiva de Fleni e investigador del Conicet, y José Bueri, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Austral, coincidieron ante Clarín en que el trabajo de Kuhn y su equipo es valioso y aporta novedades en la investigación de la relación entre las estructuras cerebrales y el juego. Ambos profesionales señalan como antecedente trabajos en los que, tratando de explicar la tendencia al juego compulsivo de algunos enfermos de Parkinson bajo tratamiento, se encontraron en ellos las mismas características cerebrales que ahora se verificaron en los más aficionados a los juegos digitales. (Lo que no significa que exista alguna relación entre afición a los videojuegos y Parkinson).
“Según este trabajo, los que juegan más a los videojuegos tienen un perfil funcional parecido al de los jugadores compulsivos”, resume Allegri. Respecto de la liberación de dopamina, los científicos estudiaron la reacción cerebral de los chicos ante el éxito y el fracaso, y vieron que, ante el fracaso, quienes jugaban más a los videojuegos liberaban una gran cantidad de dopamina, situación que refleja la observada en los jugadores compulsivos. Sobre este punto, Allegri explicó que en los jugadores compulsivos la dopamina inhibe la frustración y así contribuye a que los individuos sigan jugando.
“El trabajo hace hallazgos interesantes, hasta ahora no se sabía qué áreas cerebrales intervenían en el uso de videojuegos”, concluye Bueri.
Fuente: Clarín