Cada uno se levanta y habla de su lucha contra el alcohol y las drogas. De sus peores momentos, sus recaídas, sus crisis de salud y el dolor que le han causado a sus familias. Y tácitamente, debido al hecho de que todos son mayores de 60 años, revelan una gran verdad: la adicción puede afectar a cualquiera sin importar la edad.“Cuando me jubilé, empecé a beber”, dijo uno de los asistentes en la salita del Hanley Center donce personas mayores combaten contra sus adicciones. “Se habían muerto mi papá, mi mamá, mi perro, así que tenía buena excusa”.
Este tipo de eventos se están volviendo más comunes debido a un rápido ascenso en el número de personas de edad avanzada que reportan adicción a las drogas o al alcohol. Entre 1992 y el 2008, se duplicó la cantidad de gente mayor de 50 años en Estados Unidos que recibió tratamiento por adicción. Los expertos vaticinan que esa cifra seguirá aumentando a medida que vaya envejeciendo la generación de la posguerra, conocida también como la generación del “baby boom”.“La sociedad hasta cierto punto se niega a aceptar esta realidad”, dijo Peter Provet, director de la Odyssey House en Nueva York, otro centro que ofrece tratamiento a adultos adictos. “Nadie quiere pensar que su padre o madre o abuelo es un adicto”.
En total, 231,200 personas mayores de 50 años solicitaron tratamiento por consumo excesivo de alcohol o narcóticos en el 2008, comparado con 102,700 en 1992, según la Agencia de Servicios para la Salud Mental y contra el Abuso de Sustancias (Substance Abuse and Mental Health Services Administration), una agencia federal. Una de cada ocho personas que solicitaron atención médica por esta razón eran adultos de edad avanzada. Esa proporción se ha duplicado en los últimos 16 años aun cuando la cifra correspondiente a otros grupos ha ido disminuyendo.
El aumento supera al crecimiento poblacional en ese sector demográfico. Entre el 2000 y el 2008, los tratamientos de personas ancianas por adicción aumentaron en un 70 por ciento, mientras que esa población aumentó 21 por ciento. Los expertos opinan que ello se debe a que la generación de la posguerra históricamente ha tenido mayores índices de consumo de drogas, a veces desde hace cuatro ó cinco décadas, y el problema se agrava con la edad.“Esa generación de los sesenta tiene algo de experiencia con drogas y sustancias estupefacientes, y está más acostumbrada a ese tipo de sustancias”, dijo el doctor Westley Clark, director del centro de tratamiento contra la drogadicción de la agencia.Los expertos calculan que el número de personas mayores de edad con problemas de adicción es mucho mayor a la cantidad de personas de solicitan ayuda. Aunque va en aumento el número de personas mayores con problemas de adicción, hay relativamente pocas instalaciones diseñadas específicamente para ese grupo etario.
La mayoría de las instituciones agrupa a la gente sin importar la edad, o la dividen por género. Los que sí ofrecen tratamientos especiales para gente mayor dicen que ello ayuda a los pacientes a relacionarse entre sí y a fijarse en sus propios problemas en lugar de dar consejo a los más jóvenes.
Fuente: http://www.elnuevoherald.com