Adicciones

La marihuana y la memoria: Un obstáculo para el desarrollo.

Un nuevo estudio ha sumado más evidencia que la exposición a tetrahidrocannabinol (THC) puede plantear una amenaza particular a las habilidades cognitivas que aún se encuentran en desarrollo en la adolescencia. Los investigadores reportaron que la exposición repetida de jóvenes macacos al principal ingrediente psicoactivo en la marihuana ha afectado la mejoría de la memoria de trabajo espacial que se observa normalmente con la edad.

Tanto los monos  como las personas dependen de la memoria de trabajo espacial para la toma de conciencia en cada momento de cómo está configurado el espacio alrededor de ellos y cómo se distribuyen los objetos dentro de él. En ambas especies, la memoria de trabajo espacial normalmente mejora desde principios de la adolescencia hasta la edad adulta,  a medida que madura el área de cerebro correspondiente. En el reciente estudio, los monos adolescentes que fueron expuestos al THC mostraron un mayor deterioro progresivo que los monos libres de THC en la capacidad de recordar la ubicación de un objeto luego de una breve demora de tiempo.
Un obstáculo para el desarrollo
Dr. David Lewis, Dr. Christopher
Verrico y colegas de la Universidad de Pittsburgh inyectaron siete macacos adolescentes masculinos con THC 5 días a la semana durante 27 semanas. Cada día de inyección, los monos recibieron una dosis de THC comparable a la cantidad que una persona puede recibir al fumar un cigarrillo de marihuana.
Para evaluar el impacto persistente de THC, los investigadores probaron la memoria de trabajo espacial de los animales 1 a 3 días después de cada dosis, cuando ya habían pasado los efectos agudos de la droga. Durante la prueba, el mono estaba sentado frente a una pantalla táctil, luego un cuadrado titilaba en una esquina de la pantalla y desaparecía. La pantalla permanecía en blanco por 1, 4, 8 o 16 segundos, y luego aparecían cuadrados en las cuatro esquinas. El mono recibía una recompensa de agua por tocar el cuadrado en la esquina donde había aparecido el cuadrado original.
Al inicio del estudio, los monos expuestos al THC llevaron a cabo la prueba con el mismo desempeño que un grupo control de monos que habían recibido solución salina no activa en lugar de THC. A medida pasaron las semanas, ambos grupos de animales mostraron una mejoría en la prueba, pero los monos expuestos al THC mejoraron menos que el grupo control, particularmente después de los intervalos más largos (ver figura 1). En la prueba realizada a las 16 semanas, por ejemplo, los animales expuestos al THC señalaron el cuadrado correcto alrededor del 63 por ciento de las veces luego de una demora de 8 segundos con pantalla en blanco y cerca del 40 por ciento luego de una demora de 16 segundos. Las tasas comparables en el grupo control fueron alrededor del 71 por ciento y 59 por ciento.
Un impacto selectivo
La hipótesis  de los doctores Lewis y Verrico fue que la memoria de trabajo espacial de los monos jóvenes sería  vulnerable a los efectos de THC porque el área del cerebro correspondiente (la corteza pre frontal dorso lateral dlPFC) todavía se está desarrollando en la adolescencia. En monos Rhesus, por ejemplo, el número de neuronas de la dlPFC que están activas, como en la tarea de memoria de trabajo espacial utilizada en el estudio, se duplica entre  los 12 y 36 meses de edad.
Para probar su hipótesis, los investigadores compararon el impacto de THC en la memoria de trabajo espacial de los monos con su efecto sobre la memoria de trabajo objeto . La memoria de trabajo objeto , la facultad para recordar formas después de una demora breve, se basa en un área del cerebro (el PFC ventrolateral) que ya está totalmente madura al inicio de la adolescencia.
Los investigadores evaluaron la memoria de trabajo objeto de los monos en las mismas sesiones en que probaron la memoria de trabajo espacial , de 1 a 3 días después de cada dosis de THC. El método de evaluación era el mismo utilizado para probar la memoria de trabajo espacial, excepto que los animales tenían que tocar la misma forma coloreada que habían visto previamente en la pantalla, en vez de priorizar la ubicación donde la forma se había presentado originalmente
La comparación apoyó la hipótesis de los investigadores. THC no afectó la memoria de trabajo de objeto, en contraste con su impacto negativo en el desarrollo de la memoria de trabajo espacial. Tanto el  grupo control de animales THC-libre tanto como los animales expuestos al THC mejoraron en la memoria de trabajo de objeto a medida que adquirieron práctica en hacer la prueba.
El Dr. Lewis agrega que los resultados del estudio sugieren que el THC deteriora las mejorías que normalmente se producen en la memoria de trabajo espacial. Esto sería  debido a un bloqueo o retraso en el desarrollo cerebral en el área dlPFC. La ausencia de un efecto de la droga sobre la memoria de trabajo de objeto excluye algunas explicaciones alternativas para el bajo rendimiento de los animales expuestos al THC en la prueba de memoria de trabajo espacial, tal como una disminución en la capacidad de aprendizaje general , motor, motivacional o en los procesos de atención.
«Las funciones del cerebro que están madurando activamente durante el tiempo de exposición  THC pueden ser particularmente vulnerables a los efectos adversos de la misma», concluye el Dr. Lewis.
Profundizando el Tema
Dr. Lewis continuará su trabajo para identificar los procesos celulares y moleculares que son afectados por THC y por lo tanto son responsables de los efectos adversos de THC sobre la memoria de trabajo espacial en los monos. Dr. Lewis planea determinar si la exposición de THC se asoció con alteraciones en las neuronas que cuentan con el receptor canabinoide 1 (CB1) y en las otras poblaciones de neuronas  inervadas por el circuito de neuronas CB1 «En última instancia, nos gustaría ver qué impacto puede tener la repetida exposición de THC sobre las propiedades moleculares y anatómicas de ese circuito,» dice el Dr. Lewis.
«Este es un estudio muy bien controlado que demostró claramente que existen efectos persistentes del THC en la capacidad para realizar tareas cognitivas espaciales,» dice el Dr. Nancy Pilotte, jefe de la rama de investigación de Neurociencia funcional de NIDA.
 

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